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15 nov 2024
Del II Congreso de Ingeniería Agrícolas celebrado durante dos jornadas en Lleida se han extraído muchas conclusiones, pero una de las más repetidas por los ponentes ha sido la necesidad de incorporar al mercado profesional más ingenieros agrícolas que puedan estar al frente de proyectos de innovación.El ejemplo más gráfico lo ha dado Inmaculada Bravo, subdirectora de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Según sus datos, de la primera convocatoria del PERTE de digitalización del agua, 25 de los 100 millones de euros que se ofrecían se han quedado sin cubrir “porque los proyectos han de presentarlos ingenieros y no ha sido así”. En consecuencia, muchos proyectos se terminaron descartando porque presentaban graves deficiencias técnicas. “Se lleva la subvención quien tiene un ingeniero detrás”, ha reforzado.En esta misma línea, Jordi Oliver, coordinador de la red de apoyo a la gestión hídrica RegAssist del programa Uso Eficiente del Agua en Agricultura del IRTA, ha planteado que es necesario que haya Ingenieros Técnicos Agrícolas en las comunidades de regantes, y recomienda, que si son pequeñas “se agrupen para poder contratarlos, porque esa figura profesional permite un mejor flujo de información”.Del mismo modo, gracias a la tendencia de renaturalización de las ciudades, también en el ámbito de la jardinería urbana hay necesidad de ingenieros, algo realmente complicado en la actualidad, tal y como ha constatado en su intervención Gisela Andrès, gerente de Qverd Jardiners: “buscamos ingenieros técnicos agrícolas especializados en espacios verdes, y no encontramos”.
“La perspectiva profesional de los ingenieros agrícolas para los próximos años es brillante por la revolución digital del campo, que requiere de especialistas que reduzcan la actual brecha entre la innovación y los agricultores y ganaderos. Quien apueste como futuro profesional por las ingenierías agrarias va a tener no solo mucho trabajo sino, además, una labor apasionante para dinamizar un sector con enorme proyección, como es el agroalimentario”, ha remarcado Carlos Gutiérrez, presidente del Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas.El Congreso, organizado con el Consejo de Ingenieros Agrícolas con el apoyo del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Forestales de Cataluña, ha dado voz a 24 ponentes durante dos jornadas que han hablado de temas muy diversos con impacto directo en el sector, entre ellos, los que más espacio y ponentes han concentrados han sido la gestión del agua y sanidad vegetal.En cuanto a gestión de agua, el foco se ha puesto en el enorme esfuerzo que se está haciendo en modernizar las infraestructuras, paso que se valora como la mejor solución para el uso eficiente de este recurso finito y escaso. Una labor compartida entre administración, comunidades de regantes y centros de investigación.La implantación del cuaderno digital, así como las trabas derivadas de la sobrerregulación de productos fitosanitarios, han centrado la mayor parte del debate sobre sanidad vegetal. La figura del técnico vuelve a ser evidente en ambas cuestiones. En lo que respecta al cuaderno digital, incluso se ha pedido la formación de un grupo de trabajo entre colegios profesionales y el MAPA para facilitar esa transición y ayudar a los agricultores a la correcta adaptación. En cuanto al ámbito de los fitosanitarios, ha vuelto a reivindicarse la receta fitosanitaria, una demanda del colectivo profesional de la Ingeniería Agrícola que entiende que un fitosanitario ha de tratarse como un medicamento, y por tanto, ha de ser prescrito por un profesional competente, ya que un incorrecto diagnóstico o aplicación afecta a la salud de la planta, con posibles consecuencias medioambientales e incluso en la seguridad alimentaria.
La cadena alimentaria, la potencialidad de la agrivoltaica, la renaturalización de las ciudades y la gestión forestal en la provisión de agua han sido otros de los múltiples temas que también han pasado por la lupa de ponentes y participantes en las diversas mesas redondas. Temas muy diversos pero que confluían en preocupaciones comunes, como la sostenibilidad, la necesidad de captar talento y el relevo generacional.El congreso ha concluido con la presentación de la Fundación Agricolae Mundi, entidad solidaria nacida gracias al impulso de diversos colegios de ingenieros técnicos agrícolas, que se apoya en la ingeniería para llevar a cabo proyectos solidarios de desarrollo tanto nacionales como internacionales.El Congreso, celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agroalimentaria y Forestal y de Veterinaria de la Universitat de Lleida (ETSEAFIV), ha sido clausurado por la secretaria de estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García Bernal. A lo largo de sus dos jornadas, también se ha contado con la presencia del conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, el subdelegado del gobierno en Lleida, Josep Crespin, la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Lleida, Carme Valls, y el director de la ETSEAFIV, Jordi Graell.La segunda edición del Congreso de la Ingeniería Agrícola ha contado con el apoyo del MAPA, AON, Agroseguro, Agrological Dynamics Proserpina, Idea Plantech, Cajamar, Caixabank, IFR y la DOP Les Garrigues.
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