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Teresa García: "Hemos de cultivar no solo plantas, también el respeto hacia todo lo que nos rodea"

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16
nov
2023

Teresa García: "Hemos de cultivar no solo plantas, también el respeto hacia todo lo que nos rodea"

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Funcionaria de la Junta de Andalucía en la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de Almería. Colegiada del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería (COITAAL).

La serenidad que emana Teresa García se te contagia en cuanto empiezas a charlar con ella. Pero ojo, que no os confunda ese hablar dulce y pausado, porque por dentro es pura energía y está al frente de numerosas responsabilidades.

Esta almeriense que se escapa de viaje cuando puede “como tratamiento terapéutico”, es una caja de sorpresas. En origen, quiso estudiar fisioterapia, pero la vida la llevó hacia la Ingeniería Agrícola, el asesoramiento de cultivos de primor y la vida funcionarial, y el camino de la vida la ha dirigido de vuelta al cuerpo, compartiendo espacios formativos con profesionales de la salud que en su mayoría son fisioterapeutas. Teresa también fue presidenta durante 8 años de su colegio, el de Almería (COITAAL). La conocemos un poco mejor en esta entrevista.

Una ingeniera agrícola con alma de fisioterapeuta, ¿qué le diría a aquella joven Teresa que empezó un poco a regañadientes a estudiar Ingeniería Agrícola?

Le diría la suerte que ha tenido de poder desarrollarse profesionalmente en el mundo rural ocupándose de la salud de los cultivos y en contacto con la naturaleza y sus cuidadores.

Al realizar estos estudios universitarios se le abrió un mundo de posibilidades profesionales amplísimo gracias a lo cual ha podido trabajar en diferentes ámbitos y enriquecerse de experiencias tan diversas.

Le diría que resulta curioso observar cómo, en el transcurso de todos estos años, las ciencias de la salud han evolucionado de forma que ahora se escucha hablar de cosas ‘nuevas’ como la epigenética, la biodinámica o los interesantes y reveladores estudios de embriología. Y que se está empezando a relacionar el cambio climático en el planeta con la falta de salud en las personas.

Resulta curioso comprobar que no ha perdido el tiempo en algo que no le gustaba porque todo eso que ha estudiado y ha aprendido es igual de útil que lo que hubiera aprendido si hubiera realizado estudios sanitarios. Porque vivimos en constante cambio.

Usted fue una de las primeras mujeres en asesorar en campo en Almería, al salir de la segunda promoción de la Escuela Politécnica de Almería, ¿el campo almeriense la recibió bien?

Mi percepción es que me recibió muy bien creo que, en parte, porque siempre pertenecí a ese campo, ya que mi familia es de agricultores y ganaderos y, aunque no sea garantía de nada, los empresarios agrícolas mostraban más receptividad y confianza al conocer que mis padres eran del sector.

Su trayectoria profesional es de lo más diversa: asesora en campo como autónoma y en distintas empresas, funcionaria interina en la Oficina Comarcal Agraria de La Mojonera, funcionaria de la Junta en la delegación territorial de Medio Ambiente… ¿qué ha aportado en cada puesto gracias a su formación como ingeniera agrícola?

La verdad es que esta formación académica me ha abierto muchas puertas dentro y fuera de la administración pública. En una primera etapa como asesora me ha permitido tener la posibilidad de ayudar a los empresarios agrícolas a rentabilizar sus explotaciones, teniendo en cuenta todos los factores integrantes del sistema productivo y priorizando el uso de técnicas preventivas como de control de clima o culturales.

El uso de fitosanitarios lo he considerado siempre como último recurso y con esta filosofía de vida llegué a la vida funcionarial y a la administración de medio ambiente, donde llevo más de 15 años.

En esta administración autonómica, gracias a mi formación agraria, he gestionado los aprovechamientos forestales de la provincia (pastos, apícolas, setas, maderas…) durante unos diez años y llevo unos 6 años en la tramitación de autorizaciones ambientales de explotaciones porcinas y avícolas.

Han sido unos años en los que el campo almeriense ha evolucionado enormemente, ¿cómo ha vivido esa ola que usted también ha surfeado?

La he vivido como todos los técnicos de Almería: de forma trepidante. Cada año se manejan variedades nuevas, productos nuevos, enfermedades o plagas nuevas…, lo cual es de todo menos aburrido o monótono.

Los diez años que trabajé en el asesoramiento fueron los previos a la implantación del control biológico de forma generaliza (a partir de 2006) y para mí fue realmente duro ver cómo la rentabilidad del sector se dirigía a un agujero negro con el uso generalizado de todo tipo de productos que a veces no se sabía qué se estaba manejando, con precios desorbitados y de escasa eficacia, porque el mal uso creaba rápidamente resistencias.

Sentí tanto peligro y tanta impotencia que abandoné este mar. Cuando pocos años después el control biológico pasó a ser una realidad salvadora del campo almeriense me alegré inmensamente y recuperé la confianza perdida. Desde entonces estoy convencida que todo aquello que dependa de los agricultores de Almería es posible.

En la actualidad está en un sector caliente, en la tramitación de autorizaciones ambientales de las llamadas macrogranjas de porcino y aves en la provincia de Almería. ¿Están justa o injustamente demonizadas?

Pues depende. Se trata de explotaciones ganaderas que, a efectos de contaminación, se consideran como industrias y les afecta por ello la misma legislación de la UE. Por esto precisamente son empresas que han de cumplir una normativa ambiental, amplia y exigente, y están muy vigiladas, ya que son inspeccionadas por la administración cada uno, dos o tres años en función del riesgo.

El problema principal está en que resulta que las grandes cantidades de purines que se producen huelen mal y pueden contaminar suelos y acuíferos.

Pero para ello están las Mejoras Técnicas Disponibles y se está mejorando mucho la gestión de los subproductos ganaderos. En esencia, esto es lo que hay pese a que el tema es muchísimo más amplio y complejo, aunque un buen jamón le gusta a todo el mundo.

Siempre ha encontrado tiempo para dedicarlo a su Colegio Profesional, el COITAAL, en el que ha tenido distintos cargos y responsabilidades hasta llegar a ser presidenta durante 8 años. ¿Qué hay en la vida colegial que le motiva tanto?

Lo mejor de la vida colegial, sin duda, son las personas que he conocido y con las que he compartido muchos y buenos momentos. He tenido conciencia de que un colegio oficial es la mejor forma de defender los intereses profesionales, y he intentado dar a conocer esto y acercarnos de todas las formas posibles a esa parte del colectivo que se siente más alejada.

Tengo que decir que también ha habido momentos difíciles y experiencias desagradables pero ahí he encontrado siempre el apoyo de mis compañeros.

Representar al colectivo de ingenieros agrícolas de Almería ha sido una gran responsabilidad y también y sobre todo un gran placer. GRACIAS a todos.

Díganos 3 logros de sus 8 años como presidenta del COITAAL.

De forma general y como más relevante para la profesión creo que ha sido el fomento de las relaciones sociales (con otros colegios profesionales…) e institucionales (Diputación, Junta, Ayuntamientos, UAL…) hasta llegar a estar en los principales foros de debate de la sociedad agraria almeriense, formando parte de comisiones de trabajo de los principales municipios almerienses o pertenecer a la mesa del agua.

Realizar un ciclo de jornadas en colaboración con la administración de la Junta de Andalucía durante un año completo y que cada año se continúa colaborando.

Realizar un curso de la administración del agua y publicar un libro de creación y gestión de comunidades de regantes.

Las videotardes del Colegio que se comenzaron a emitir on line en el confinamiento COVID tuvieron una gran acogida por parte de los colegiados y se realizaban al principio cada semana. Fueron momentos muy difíciles en los que todos necesitábamos información, cercanía, ánimo y un algo que estas jornadas formativas e informativas lograron con creces.

He de decir que todos los logros conseguidos, estos y muchos más, han sido gracias al buen hacer de la junta de gobierno, los trabajadores del colegio y todos los colegiados... Un equipo estupendo.

En la actualidad ha logrado conectar sus dos mundos, el vocacional que es la fisioterapia, con el pasional, que es en lo que se ha convertido para usted la ingeniería agrícola. ¿Qué sinergias ha encontrado entre ambos?

La principal sinergia que he encontrado es la salud, es estado general de bienestar que depende de la conexión de las personas entre sí, por ser seres sociales, y con todas las partes de la naturaleza. Creo que son tiempos poco fáciles donde hemos de cultivar no solo plantas sino también otras cosas como el respeto o la generosidad hacia todo lo que nos rodea.