Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España

Sergio Altares es un IA (Ingeniero Agrícola) pegado a la IA (Inteligencia Artificial). Se mueve en ambos mundos como pez en el agua y lo mejor es que, gracias a su doble formación, tiene la capacidad de combinarlos para abordar desafíos ligados a la eficiencia, la sostenibilidad y la productividad. Él tuvo claro que dominar ambos mundos podría marcar un elemento diferenciador en su carrera, como así está siendo. También tuvo muy claro que la colegiación no era una opción, sino un ‘espacio’ del que sí o sí tenía que ser parte. Te dejamos con sus reflexiones. Si además de leerle quieres escucharle rapear sobre cuántica (es un colegiado lleno de sorpresas), te ofrecemos la oportunidad al final de esta entrevista.

• ¿Cómo es ese camino que le lleva de la Ingeniería Agrícola a ser, además, experto en inteligencia artificial?

Estudié el grado en ingeniería agrícola en la Universidad Politécnica de Madrid y posteriormente proseguí mis estudios en un área más de ciencias de la computación, en concreto, la inteligencia artificial y la ciencia de datos. Aunque en principio pudieran parecer campos muy distantes, lo bonito de la ciencia es que todo tiene relación y prácticamente todo es aplicable y extrapolable a otros campos. Durante mis estudios de grado, vi la clara necesidad de abordar desafíos como la sostenibilidad, la gestión eficiente del agua y del suelo, así como la contaminación y sus efectos en la población, y la relevancia de la tecnología para afrontar estos desafíos es innegable hoy en día. La implementación de soluciones basadas en datos y tecnología, conocida como 'agricultura de precisión' permite mejorar de manera significativa la eficiencia y la productividad reduciendo costes.

Tras finalizar el grado en ingeniería agrícola, mi interés por las nuevas tecnologías me llevó a dar el salto hacia la ciencia de datos y la inteligencia artificial mediante un máster universitario de especialización. Esta decisión amplió mis horizontes profesionales, permitiéndome incursionar en otros sectores como la consultoría de banca-seguros, donde tuve la oportunidad de aplicar mis conocimientos de análisis de datos, aprendizaje automático, modelado predictivo y seguir aprendiendo y viendo sinergias entre otros campos, lo cual creo que es fundamental.

Por ello, personalmente considero necesario tener la capacidad de desafiar los paradigmas y de romper los esquemas establecidos por el sistema educativo y social. La oportunidad de trazar un camino propio de aprendizaje enriquece en gran medida la perspectiva y versatilidad como profesional e investigador. La realización de estudios de posgrado en áreas complementarias dota de las habilidades necesarias para poder adaptarse mejor a un mercado laboral en constante evolución.

• ¿En qué se traduce esta doble formación a nivel de oportunidades laborales?

• Dentro de la inteligencia artificial (IA), usted está especializado en aprendizaje automático cuántico, el llamado Quantum Machine Learning (QML). ¿Qué valor diferencial aporta la cuántica en las tecnologías aplicadas al agro? ¿Hacia dónde vamos gracias a la IA a nivel de innovaciones aplicadas al sector?

• Usted tiene la graduación bastante reciente y ha trabajado tanto en la empresa pública como privada. Según su experiencia, ¿considera que la Universidad está alejada de lo que pasa aquí afuera?

La universidad proporciona una base sólida fundamental, especialmente en un campo tan amplio como la ingeniería agrícola, que abarca una gran variedad de disciplinas, desde la topografía hasta biología. Sin embargo, es importante reconocer que el mundo y la sociedad están en constante evolución, especialmente en lo que respecta a la tecnología. Las empresas están adoptando rápidamente nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y la productividad en todos los aspectos de sus operaciones. En este sentido, creo que es necesario que la formación universitaria esté alineada con estas tendencias y prepare a los estudiantes para afrontar los desafíos tecnológicos del mundo real.

La integración de contenido relacionado con las nuevas tecnologías en los planes de estudio de ingeniería agrícola del siglo XXI lo considero algo fundamental, con cursos sobre el análisis de datos, inteligencia artificial, Internet de las cosas (IoT) y otras herramientas tecnológicas relevantes para el sector. De esta manera, los egresados estarían mejor preparados para el mercado laboral.

• ¿Qué porcentaje de sus compañeros de promoción se ha colegiado?