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8 jul 2021
A sus 80 años, Joan Rallo sigue en plena forma. De hecho, está preparando un nuevo libro, a añadir a los 11 que como autor y 7 como coautor, que versará sobre una nueva plaga del algarrobo y sus parasitoides, que hasta 2019 no se había registrado como tal ni en las Baleares ni en la península.Este Ingeniero Agrícola de origen castellonense (Morella, 1941), viró en el último momento de sus estudios como militar a los trabajos como monitor del programa de Promoción Profesional Obrera (PPO), para ingresar posteriormente en el Servicio de Extensión Agraria con destino en Tortosa. Y con ese bagaje dirigió sus pasos en el año 1970 a las Islas Baleares, abriendo la Agencia de Extensión Agraria de Inca, y pasando posteriormente a Palma de Mallorca, donde trabajó en el negociado de fruticultura de la Consejería de Agricultura. En estas islas que le acogieron permanece hasta el día de hoy.El trabajo más administrativo lo compatibilizó con la experimentación agraria, participando en 15 proyectos de investigación con el INIA y en 115 campos de demostración. Esta labor la ha reforzado con la divulgación de gran parte de sus conclusiones a través de libros, artículos y con la dirección de innumerables cursos, jornadas y seminarios centrados en sus cultivos de cabecera: almendro, algarrobo, olivo, higuera, frutales de hueso y de pepita, vid…Su trayectoria profesional le llevó a ser jefe del Servicio de Orientación, Transferencia y Delegaciones Comarcales de la Consejería de Agricultura y, en 2002, fue nombrado director del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IRFAP), cargo que ejerció hasta su jubilación. También fue profesor asociado de Fruticultura en la Universidad de las Islas Baleares desde la implantación de los estudios de Ingeniería Agrícola hasta su jubilación en 2006.Su empuje durante todos estos años ha contribuido a la creación de la Asociación Balear de Apicultura, a la del del Patronato de Razas Autóctonas de Mallorca y a la recuperación de la malvasía de Banyalbufar.Ha recibido distintos premios y reconocimientos por parte de instituciones, asociaciones agrarias, sindicatos, ayuntamientos y agricultores. Entre los que destacan: “Premi del Camp” de la Conselleria d’Agricultura, a la investigación y divulgación agraria; “Premi Brot” de la Unió de Pagesos, en reconocimiento a su trabajo en favor de los agricultores y la agricultura; Placa de Asaja-Baleares por su labor en favor de la payesia mallorquina; premio “La gota d’oli” de la D.O. Oli de Mallorca en reconocimiento a su labor divulgativa sobre el olivo i y el aceite, etc.Joan Rallo es el colegiado número 61 del Col·legi Oficial d'Enginyers Tècnics Agrícoles de les Illes Balear, y hoy charlamos con él en esta entrevista:
En ambos casos creo que sí. La prueba es la existencia en la actualidad de un organismo dedicado ad hoc: la “Associació de Varietats Locals”, con sede propia y que viene realizando una importante actividad de asesoramiento y divulgación, actualmente integrada por 4 personas.
Sí, me considero extensionista y estoy muy orgulloso de ello, especialmente de la labor promotora y formativa que desarrolló el SEA para promover el progreso agrario y el desarrollo de las comunidades con un sentido innovador. Por ejemplo, la consideración de la explotación como un todo a gestionar con enfoque empresarial; la contemplación de la familia como unidad de intereses y posibilidades; la formación de la juventud agraria; la valoración del cooperativismo; la comunidad rural, etc. ¿Ventajas? Todo ello te permitía la cercanía con los agricultores y sus familias, el comprender sus problemas reales, el ayudarles a encontrar soluciones, etc.
Además de la técnica, que es la fundamental, es muy muy importante no descuidar la faceta humana en su relación profesional, pues su éxito dependerá en gran manera de la articulación de la tecnología con los recursos humanos que posea.
Aunque estoy colegiado, por las circunstancias de mi trabajo en la administración, siempre con dedicación exclusiva, nunca me encontré con la necesidad de recurrir al colegio por ningún motivo de índole profesional, aunque ello no fue motivo para que me sintiera ajeno a todo lo que el Colegio es y representa para el buen hacer la profesión, sino todo lo contrario. Así que me colegié principalmente por solidaridad con el colectivo de compañeros y ahí sigo, satisfecho y encantado de la buena función que realiza.
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Foto 1: Con su último libro. “La sexualitat de les figueres”.
Foto 2: Seguimiento de la nueva plaga del algarrobo.
Foto 3: Con una botella del primer vino de la recuperada Malvasía de Banyalbufar con su contribución.
Palabra clave
Colegiado del mes
C/ Guzmán el Bueno, 104 - Bajo Madrid 28003 - ESPAÑA Tfno: 91 323 28 28 - 91 315 91 91