Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuarioPara más información Política de cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Permitir cookies” o configurarlas o rechazar su uso clicando "Configurar cookies".
Las cookies estrictamente necesarias son aquellas de carácter técnico, que deben estar siempre activadas para que la web funcione correctamente, así como para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Esta web utiliza Google Analitycs para recopilar información anónima que nos permita medir, por ejemplo, el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares. Activando estas cookies, nos ayudarás a continuar mejorando nuestra web en base los intereses de nuestros usuarios.
Volver al Menú
29 sep 2020
El 29 de septiembre es el Día Internacional de Conciencia de la Pérdida y el Desperdicio de Alimento, y con esta fecha como marco, me gustaría analizar todos recursos que tiramos a la basura cuando no consumimos de manera responsable un alimento.
Para que cualquier producto que utilicemos llegue a nuestras manos, ha tenido que producirse consumo de materias primas, energía, agua y otros recursos. Por lo tanto, cuando tiramos alimentos, o nos desprendemos de cualquier objeto todavía utilizable, estamos desperdiciando energía, recursos y agua.
Los alimentos son clave en nuestra vida cotidiana. No en vano, nos alimentamos en el mundo occidental unas tres veces al día. Cuando bebemos un vaso de leche o comemos un filete de carne, estamos alimentando nuestro organismo previo uso de materias primas, de energía (proceso productivo, transporte, conservación, etc.), y agua (consumida por las plantas, por los animales o utilizada en los distintos procesos industriales, de transporte, limpieza, etc.). Es decir, detrás de cada alimento que consumimos hay recursos que hemos utilizado. Recursos, que en algunos casos no son renovables y que por tanto se agotarán en el futuro.
Por todo ello, es importante que intentemos ser lo más eficientes posible en el consumo de alimentos tratando de comprar las cantidades necesarias de productos perecederos, que se estropean con cierta rapidez, cocinando lo necesario (no siempre es fácil), consumiendo los productos antes de su caducidad, y guardando lo que sobra para otro momento, siempre que sea posible, cuando hemos saciado nuestro apetito.
Evitar el desperdicio contribuye a mejorar el medio ambiente (menor consumo de recursos y menor producción de residuos), mejora nuestra economía (menor volumen de compra y por tanto ahorro económico), e incluso con ese dinero ahorrado, podríamos destinar una parte a quienes más lo necesitan, porque mientras unos desperdiciamos, otros pasan auténtica necesidad, especialmente en estos tiempos del Covid-19 que tanto ha trastocado la vida de muchos.
¡Salud en el sentido más amplio!
Javier Lorén, presidente del Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España.
Palabra clave
Noticias del consejo
C/ Guzmán el Bueno, 104 - Bajo Madrid 28003 - ESPAÑA Tfno: 91 323 28 28 - 91 315 91 91